CUATRO AÑOS

El martes 17 de agosto cumplimos 4 años, para festejarlo, ayer miercoles tuvimos una cena concurrida cuyo protagonista, aparte de la agrupación, fue Rodo Castillo, y porque no, para ser justos, la madre tambien. La jornada empezo tibiamente alrededor de las 21hs cuandos solo eramos 4 en el quincho del Pato, cosa inusual para la hora. La cosa daba para pensar que la cuenta al final de la noche se dividiría entre pocos, pero no fue así. Poco a poco fueron llegando los comenzales y finalmente fuimos como 20. Rodo se lució con lo que para el punto de vista de quien escribe, fue la cena más sabrosa desde que comenzamos con las reunionenes en el quincho. Se trato de un cerdo a la parrilla que parecia una manteca, pero no quiero entrar en detalles porque se me hace agua la boca. De entrada un poco de bondiola y matambre con rusa. De postre flan casero y unas tortas que hizo la madre del cocinero de turno que estaban para chuparse los dedos. En lo gastronomico, nada que objetar. Es más durante la noche hasta se llego a hablar de la posibilidad de nombrar a Rodo cocinero oficial de la agrupacíon, pero no nos hagamos ilusiones que hay que ir rotando.


Material crudo y sin editar!


Ahora hablando de las motos, cumplimos 4 años desde aquel 2006 cuando decidimos agruparnos, para darle cauce a los deseos de viajar por las rutas a bordo de nuestras motos. Muchos kilometros se han recorrido, con lluvia, caidas, sol, viento pero sobre todo con mucha alegría y pasión por esto que nos une. Muchas cosas han cambiado en estos años, y más precisamente desde fines del 2004 cuando un grupo de 4 avesados emprendían aquel primer viaje en grupo... la carretera austral. Así Roberto, Guillermo, Juanca y Alberto dieron ese primer paso para esta maratonica e interminable aventura que vivimos los que andamos en moto por estos lados. Hemos hecho decenas de miles de kilometros recorriendo todo el pais y paises vecinos, por tierra, barro, nieve, asfalto, arena suelta, de día, de noche, con bruma y todo lo que te pueda deparar un viaje en moto. Del mar a la cordillera, del atlántico al pacífico practicamente no hemos dejado destino importante sin conocer. Por supuesto que nos quedan infinitos y recondidos lugares por visitar, y cientos de kilometros más por recorrer. De aquellos primeros 4 valientes hoy ya somos más de veinte, por ahi no todos podemos viajar por quince dias, o no todos tenemos motos de gran cilindrada, pero desde una salida a Junin a tomar un cafe hasta una gran expedición al Peru, todos lo hacemos con la mismas ganas y pasion. La moto nos une, las rutas nos acompañan, los kilometros nos dan uno a uno experiencia y momentos para recordar. Llegar a casa, limpiar la moto, desarmar las valijas, juntarse a ver las fotos y ya nos dan ganas de volver a andar. La moto nos a brindado la posibilidad de conocer nuevos lugares, culturas, amigos; y hoy con estas palabras reflejo tan solo una pequeña parte de lo que hemos hecho estos años, hay muchas cosas que solo aquellos que tuvimos la suerte de vivirlas podemos saber lo que se siente al andar en moto. Un gran saludo a todos los miembros de la agrupación, y pongamos la energía hacia los nuevos caminos por recorrer, las nuevas motos por comprar, las valijas para armar, y asi poder seguir cumpliendo años con miles de recuerdos para compartir. Francisco

Cena con ausencias y deserciones se lo perdieron!!!!!!!

Si señores, como el título lo indica, es imposible describir el azadasón que nos manducamos anoche y que se perdieron los ausentes sin aviso y los desertores a último momento. Cabe aclararles que deberán abonar el importe de lo NO CONSUMIDO en la próxima cena. En fin ........ los encargados del servicio fueron Guillermo Rivero ( nunca un fernetazo ) y Victor Zaffora ( pato ), con una mínima picadita ( morcillita, piklecitos, salsita de tomate condimentada, unas fetitas de queso y poco pan ) se dió inicio a la reunión. Mientras el fuego daba sus primeras brazas el guille saló la carne acomodó los choris, la entrañita y un pollito que cabe aclarar, no era para los comensales sino para la flia. del pato ( es obvio que de no cocinarles nos quedamos sin quincho ). Mientras en el otro rincón el pato preparaba unas ensaladitas criollas de aquellas, luego de un par de truquitos, se largó con los choris, las morcis, el vacío, las costillitas más vacío, más costillas y así se morfaron casi todo. No faltaron las quejas ( léase gastadas ) que esta gente acostumbra a realizar. Sobremesa, charlas, anécdotas "picantes", se sirvió el clásico VIGIILANTE ( holanda y batata con chocolate ) que éste dúo nos acostumbró a degustar. Dos espumantes, más anécdotas, otro truco de seis y la división del grupo comenzó, unos a sus domicilios, otros vaya a saber donde solo queda decir "se cumplió con el objetivo, una nueva cena se ha degustado". LA PROXIMA VA CON GLOBITOS CUMPLIMOS 4 AÑOS!!!!!!!!!!!!!!!  

Un mundo de sensaciones...

Sábado 31, 14:30 hs, invierno, muchos días de frío han pasado. Nevadas, una semana en la cama con fiebre y un estreptococo que me dejo abatido por un buen rato. En el garaje, la R1200GS que espera paciente, casi inerte, por poner en marcha el poderoso boxer tras haber pasado más de un mes en calma. Abro los portones del garaje, bajo la moto del caballete y la desplazo hacia el exterior, donde un sol agradable nos recibía, casi como una tibia mañana de primavera. Pongo el selector de la llave en contacto, y la bestia empieza a cobrar vida nuevamente, tras unos segundos finaliza el chequeo de la computadora que indica 15º de temperatura exterior, obviamente eso era en el garaje, ya que a los minutos marcaba 5º. Presiono el botón de arranque, y tras unas perezosas vueltas del burro el boxer se pone en movimiento, como queriéndose sacar la pereza de encima. Unos minutos pasan hasta que el motor toma algo de temperatura y se encuentra listo para salir. Me pongo el casco, la campera y los guantes, y me monto en la BMW. Embrague, primera, y a dar una vueltita, para el lado del aeropuerto. No mas de 20 km alcanzan para renovar esa sensación que transmite la moto, de libertad, de soñar con viajes por rutas interminables, de estar solo con el camino por delante. Escuchar el motor trabajar por todo el rango del cuentavueltas, sentir las cubiertas devorar el asfalto, la gravedad que nos afirma contra el piso en las curvas, la suspensión trabajar para lidiar con el reparto de cargas en las aceleraciones, frenadas e inclinadas. Todos esos sentimientos que conocemos los que somos apasionados de las dos ruedas.
Llego al aeropuerto, había unos 5 aviones privados maniobrando, indudablemente la época de turismo se nota en la terminal aérea. Retorno a casa, y la GS vuelve a reposar, esperando por salir nuevamente a disfrutar de los caminos y las aventuras. Todo esto en 30 minutos, que hacen maravillas para el deleite del motociclista, llenándonos de emociones que recibimos con todos los sentidos…